El hipotiroidismo, también conocido como insuficiencia de hormonas tiroideas, se presenta cuando la tiroides las produce en cantidades insuficientes.
La tiroides, ubicada en el cuello, produce dos hormonas tiroideas: T3 (triiodotironina) y T4 (tiroxina). Las hormonas tiroideas regulan la forma en que el cuerpo usa y almacena energía. Estas hormonas también contribuyen a que funcionen debidamente el cerebro, corazón, músculos y otros órganos.
La glándula pituitaria, que se encuentra en la base del cerebro, controla la función tiroidea al producir la hormona estimulante de la tiroides (TSH por sus siglas en inglés). Esta le indica a la tiroides que produzca T3 y T4. La tiroides produce mucho más T4 que T3. Pero el cuerpo puede convertir T4 en T3, la hormona más activa, en la medida necesaria.
Síntomas del hipotiroidismo, es habitual que sufras muchos de estos y pueden ser:
Aumento de peso.
Dolores de cabeza.
Insomio
Pérdida de cabello.
Piel seca.
Mucha sensibilidad al frío, o tener siempre las manos y los pies fríos.
Cansancio casi constante.
Dolores musculares.
Infecciones de orina.
Estreñimiento.
Aumento de peso.
Dolores de cabeza.
Insomio
Pérdida de cabello.
Piel seca.
Mucha sensibilidad al frío, o tener siempre las manos y los pies fríos.
Cansancio casi constante.
Dolores musculares.
Infecciones de orina.
Estreñimiento.
Todas estas dimensiones están asociadas, sin duda, a esa glándula que no es capaz de segregar la suficiente hormona tiroidea para regular todas estas funciones básicas con las cuales llevar una vida normal. Ahora bien, para contrarrestar estos efectos y permitir que esta glándula vuelva a funcionar de modo óptimo, es necesario seguir la medicación existente para ello, y que los médicos, sin duda, te habrán prescrito.
Aún así, son muchas las personas que se quejan de no ver resultados directos, de que su cuerpo sigue padeciendo muchas de estas consecuencias como, por ejemplo, ese aumento de peso tan molesto, o un cansancio que nos impide poder llevar la vida de antes. ¿Qué podemos hacer? En ocasiones, por mucho ejercicio que hagamos no logramos rebajar esos kilos y los complementos vitamínicos tampoco ayudan demasiado… ¿Entonces? Prueba a introducir en tu dieta el agua de coco.
El agua de coco regula la función de la tiroides
Una de las mejores propiedades del agua, e incluso del aceite, de coco es regular la función de la hormona tiroidea. Sus enzimas naturales estimulan a una tiroides hipoactiva, a la vez que si esta presenta una sobreestimulación, también la regularán. No obstante, gracias a sus propiedades para moderar nuestro peso o las funciones intestinales y digestivas, suele aplicarse, sobre todo, para personas con hipotiroidismo.
El agua de coco fortalece nuestro sistema inmune
El agua de coco es muy rica en potasio, fósforo, hierro y calcio. Todo ello va a ayudarte a evitar esas infecciones que sueles padecer debido a esa falta de la hormona tiroides que tienes en tu metabolismo. Combatirás el cansancio y te sentirás más fuerte, a la vez que reforzarás tus defensas naturales.
El agua de coco combate la tensión oxidativa
Cuando padecemos hipotiroidismo, muchas de nuestras células se oxidan más rápidamente debido a ese déficit hormonal. Todo ello hace que procesemos peor los alimentos, que nuestra piel aparezca más reseca y menos elástica, que suframos problemas en nuestro hígado… El combinar la medicación con el agua de coco te va a ayudar a elevar las dosis de antioxidantes y, gracias a ello, lograremos además que se sintetice con más frecuencia la hormona tiroides. Vale la pena tenerlo en cuenta.
Cuando padecemos hipotiroidismo, muchas de nuestras células se oxidan más rápidamente debido a ese déficit hormonal. Todo ello hace que procesemos peor los alimentos, que nuestra piel aparezca más reseca y menos elástica, que suframos problemas en nuestro hígado… El combinar la medicación con el agua de coco te va a ayudar a elevar las dosis de antioxidantes y, gracias a ello, lograremos además que se sintetice con más frecuencia la hormona tiroides. Vale la pena tenerlo en cuenta.
El agua de coco nos hidrata
El tener la piel, seca, el cansancio, el dolor de cabeza… Todo ello se debe a esa alteración de la tiroides que dificulta algunas de nuestras funciones básicas. Si cada día bebemos entre dos o tres vasos de agua, lograrás hidratar muy adecuadamente tu cuerpo.
El agua de coco nutre las uñas, el cabello y la piel
El agua de coco es un gran remineralizante, es muy rico en sales minerales capaces de estimular la salud de nuestro cabello, uñas y piel.
Agua de coco mejora nuestra digestión
El hipotiroidismo nuestras digestiones son más pesadas, nos hinchamos, sufrimos retenciones de líquidos, estreñimiento… No lo dudes, toma entre dos y tres vasos diarios de agua de coco y te beneficiarás de sus ricas enzimas naturales bioactivas, como la fosfatasa ácida o la peroxidasa, mediadores excelentes para nuestras digestiones.
Agua de coco para adelgazar
Gracias a sus propiedades digestivas, a sus beneficios para activar el metabolismo lento y a sus virtudes como depurativo de toxinas, el agua de coco es ese remedio ideal para combinar con una dieta adecuada para bajar de peso. Ofrece muy buenos resultados.
Gracias a sus propiedades digestivas, a sus beneficios para activar el metabolismo lento y a sus virtudes como depurativo de toxinas, el agua de coco es ese remedio ideal para combinar con una dieta adecuada para bajar de peso. Ofrece muy buenos resultados.
¿Cómo debo tomar agua de coco para tratar el hipotiroidismo?
Toma entre dos y tres vasos diarios de agua de coco, después de tus comidas, a lo largo de 20 días. Descansa 10 y vuelve a empezar.
Si lo deseas, también puedes probar la opción del aceite de coco. Es igual de beneficioso. Para ello, debes comprarlo en tiendas orgánicas donde te aseguren que ha sido producido de modo natural. Debe conservarse en frío y nos tomaremos una cucharada, todos los días, por la mañana. El aceite de coco acelera el metabolismo y estimula la producción de la hormona tiroidea. Es fantástico.
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